La presidenta de la Asociación Psiquiátrica de Brasilia, Renata Figueiredo, advierte sobre cómo el uso excesivo de pantallas está afectando el desarrollo cognitivo y social de los jóvenes, y ofrece claves para construir un entorno digital más saludable.
El fascinante universo digital, con su acceso ilimitado a información y entretenimiento, está pasando una alta factura a las generaciones más jóvenes. En una reciente entrevista, la psiquiatra Renata Figueiredo, presidenta de la Asociación Psiquiátrica de Brasilia (APBr), desglosa los efectos del uso prolongado de dispositivos en el desarrollo de niños y adolescentes, un fenómeno que describe como el impacto directo de lo virtual sobre lo real.
Según la experta, el uso excesivo de pantallas puede dañar el desarrollo cognitivo, emocional y social. "Entre sus efectos están la reducción de la capacidad de concentración, la pérdida de interés por actividades fuera del entorno digital, la dificultad para establecer relaciones interpersonales y el aumento de los síntomas de ansiedad y depresión", señaló Figueiredo. La especialista explica que las redes sociales y los videojuegos están diseñados para ser adictivos, ofreciendo recompensas inmediatas que interfieren con la capacidad de los jóvenes para manejar las frustraciones del mundo real.
La Influencia de la Violencia y los Desafíos Virtuales
Uno de los puntos más preocupantes abordados en la entrevista es el impacto de los contenidos violentos. La exposición constante a estos entornos puede "trivializar la violencia", aumentando la predisposición a comportamientos agresivos. Si bien no todas las personas se ven influidas de la misma manera, Figueiredo subraya que existe una correlación, especialmente en personas con predisposición a la violencia u otras vulnerabilidades psicológicas.
En este sentido, los juegos y desafíos virales que incitan a realizar acciones arriesgadas en la vida real son motivo de gran preocupación, ya que pueden estimular comportamientos peligrosos.
El Rol Crucial de Padres y Escuelas
Ante este panorama, la psiquiatra enfatiza que tanto la familia como el sistema educativo tienen un papel fundamental en la protección de los menores.
Para los padres, la recomendación es clara: limitar el tiempo frente a la pantalla, promover actividades que fomenten el contacto social y, sobre todo, monitorear los contenidos que consumen sus hijos. "Es esencial mantener una comunicación abierta sobre los riesgos y beneficios del mundo digital", aconseja. Figueiredo también insta a los padres a estar atentos a las señales de alerta, como cambios de comportamiento, irritabilidad, dificultad para dormir o un descenso del rendimiento escolar. Ante ataques de ira frecuentes, recomienda buscar ayuda profesional.
Por su parte, las escuelas deben "promover el uso consciente y responsable de Internet". La creación de programas educativos que enseñen habilidades de autocontrol y resolución de conflictos es una herramienta clave para ayudar a los alumnos a afrontar las influencias negativas del ambiente digital.
Hacia un Entorno Digital más Seguro
Finalmente, la psiquiatra aboga por la creación de una cultura que dé prioridad a las relaciones interpersonales, la empatía y el respeto. Este esfuerzo, que comienza en el hogar y se extiende a toda la comunidad, debe incluir la enseñanza de técnicas de resolución de conflictos y autocontrol.
"Es importante que los niños y adolescentes aprendan sobre tolerancia y comprensión mutua", concluye Figueiredo, añadiendo que valores como el amor al prójimo, la paz y la solidaridad pueden actuar como un factor de protección contra los comportamientos violentos, fomentando un entorno más armonioso tanto en el mundo real como en el virtual. En La Pampa el espacio vida sana trabaja asesorando y ayudando en estos y otras problemáticas sociales. para contactos WhatsApp 2954234482... podes Solicitar material de autoayuda e Informacion a dicho numero.

La Biblia aborda estos conceptos de manera profunda, conectando lo que observamos y escuchamos con nuestra transformación interior, la insaciabilidad de los deseos humanos y la importancia de la sabiduría al ejercer nuestra libertad.
Aquí te presento una explicación de cada uno de los puntos que mencionaste, basándome en las enseñanzas bíblicas:
1. La transformación por lo que vemos y oímos
La Biblia enseña que somos transformados por lo que contemplamos. El apóstol Pablo lo expresa claramente en
2 Corintios 3:18: "Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu".
Este versículo nos muestra que al "contemplar" (o ver) la gloria de Dios, somos gradualmente cambiados para ser más como Él. El acto de enfocarnos en Dios a través de Su Palabra, la oración y la adoración no es pasivo; el Espíritu Santo usa este enfoque para obrar una transformación activa en nuestro carácter. De la misma manera, lo que decidimos ver, escuchar y meditar moldea quiénes somos.
2. El ojo que no se cansa de ver ni el oído de oír
Esta idea proviene del libro de
Eclesiastés 1:8: "Todas las cosas son fatigosas, más de lo que el hombre puede expresar; el ojo no se sacia de ver, ni el oído de oír".
En el contexto de Eclesiastés, el autor explora la vanidad de la vida "bajo el sol", es decir, la vida sin una perspectiva eterna. Esta frase refleja la naturaleza insaciable del ser humano. Sin importar cuánto veamos, acumulemos conocimiento o experimentemos, el deseo de más nunca se satisface por completo en las cosas terrenales. Es una reflexión sobre la futilidad de buscar la satisfacción plena en la sabiduría, las posesiones o los placeres de este mundo.
3. "Todo me es lícito, pero no todo me conviene"
Esta es una frase clave del apóstol Pablo, mencionada en
1 Corintios 6:12 y
1 Corintios 10:23. La libertad cristiana no significa una licencia para pecar o hacer lo que queramos sin consecuencias.
* Libertad y conveniencia: El punto de Pablo es que, si bien hay muchas cosas que la ley no prohíbe explícitamente, un creyente debe ir más allá de la legalidad. La pregunta no es "¿puedo hacer esto?", sino "¿me conviene hacerlo?" y "¿esto edifica mi vida y la de los demás?".
* El propósito es edificar: En el contexto de Corintios, Pablo se refiere a prácticas como comer carne sacrificada a ídolos. Aunque no era intrínsecamente pecaminoso para un creyente, podía confundir o ser una piedra de tropiezo para otros creyentes más débiles en su fe. Por lo tanto, el principio es usar la libertad para edificar a la comunidad y glorificar a Dios, en lugar de simplemente satisfacer nuestros propios deseos.
En resumen, la Biblia nos enseña que lo que vemos y escuchamos tiene un poder transformador en nuestras vidas, que las cosas de este mundo no satisfacen completamente nuestra alma y que nuestra libertad en Cristo debe usarse con sabiduría y amor para el bien de los demás y la gloria de Dios.